Skip to main content
search
0

Este fue el relato de nuestra aprendiz, Amber, quien estuvo en nuestra Comunidad de Sabiduría Ancestral durante dos semanas. Tuvimos la alegría de celebrar su cumpleaños. Lee lo que ella cuenta sobre cómo fue pasar este turno de ciclo con nosotros.

40 es un cumpleaños grande.

¿Qué hago para celebrar?

No me importa fiestas tradicionales de emborracharse

No me importa cosas ni regalos

Ya me importa el estado de mi alma, el propósito de mi vida

Ya me importa relaciones y experiencias

Quisiera celebrar con lo divino

Quisiera abrir nuevos caminos en los cosmos

Quisiera dejar las últimas 4 décadas en el pasado y

Quisiera comenzar una nueva década abundante

Quisiera sentir consentida y amada

¿DONDE se puede celebrar un cumple así?

No tuve la respuesta, pero unas sincronicidades mágicas me llevaron desde México hacia Janajpacha en Bolivia.

Simplemente al haber visto el título “Ashram Chamanico” ya sabía que tenía que irme allá.

Cuando llegué a Janajpacha los tiempos no pudieron haber sido más perfectos: se hacen un rito de cumpleaños los 4 días antes del cumple. Había llegado 5 días antes, tiempo suficiente para estudiar el rito y ponerlo en práctica la mañana siguiente.

Te cuento que me han pasado cosas fuertes en los años anteriores, sentí que había llegado con una pesadez en mi cuerpo y me enfermé inmediatamente.

Aunque me frustraba, también sabía que las energías del Ashram me estaban ayudando a limpiar desde adentro. Con una respiración profunda, me entregué con paciencia al proceso.

El rito me solicitó reflexionar en mi año anterior y contemplar preguntas grandes:

¿Como manejaste tu energía?

¿Cuales fueron las prioridades que te guiaron?

¿Como estuvo tu voluntad?

¿Actuaste con lucidez?

UF.

Robaba momentos para escribir en los días antes del cumple, masticando las preguntas, contestándolas con honestidad.

Me sorprendía mis respuestas, me movía mi mente, mi iluminaba ideas nuevas.

Y eso fue importante porque también tuve que definir cómo quiero que este nuevo año sea diferente.

El día antes de mi cumple, abrí un círculo debajo de un árbol y escribí los errores y puntos que quiero cambiar y transformar en este nuevo año en un papelito.

Usando la energía de las cuatro direcciones, declaraba en voz alta al oeste y lo enteraba.

Luego escribí una lista de las cosas que quiero potenciar en mi nuevo ciclo y lo declaraba al este, enterándose en la tierra debajo del árbol, listo para florecer.

He escrito intenciones millones de veces en mi vida, pero esta vez fue diferente.

Me ENCANTA mi lista de lo que quiero potenciar este ciclo.

Tanto que guardaba una copia, y te comparto algunos puntos:

  • Mis valores son presencia, amor y magia
  • Profundizo mi relación y comunión con lo divino
  • Escucho mi corazón
  • Soy compasiva con mi misma, descansado y fluyendo
  • Solamente doy desde una taza llena
  • Elijo romance inteligente, me manejo en relación en una manera congruente
  • Tengo comunidad, tengo tribu
  • Consigo un trabajo fantástico, gano mucho dinero y pongo mis deudas en verde
  • ¡Brillo con chispa, fuego, pasión y poder!
  • Tengo sensibilidad femenina como el agua, llena de la magia de la luna
  • Abro mi corazón y energía para recibir milagros
  • Tengo paciencia con mis temas de salud, acepto la situación sin sufrir
  • Construyo una nueva fundación, un nuevo hogar bello
  • Siempre busco más naturaleza, más Pachamama, más descalzada
  • Sigo mi dicha, disfruto a full

Pensé que ese rito mío fue todo, y ¡¡estaba muy contenta, muy plena con mi rito y visión para 40!!

Pero no fue todo lo que me regaló Janajpacha.

Fue un alivio que mágicamente mi resfriado se aclaró casi por completo el día de mi cumple. Realmente me sentí renacida.

En la noche me sorprendieron los otros 8 aprendices con una celebración de mi vida. Abrieron un círculo con una vela ceremonial y me regalaron una vela personal.

Mientras que estas otras bellas almas girando al mi alrededor, agitando y potenciando la energía, sembré mi vela con mis intenciones. Sentí la energía en el cuarto tan fuerte, como cosquillas corriendo en mi espina.

Cuando ya encendí mi vela, me puse de pie para bailar y cantar con mis nuevos amigos, con mi tribu. ¿Ves?

Desde el primer día ya está cumpliendo mis intenciones: ¡tengo tribu!

Terminemos con una torta hecha a mano sin azúcares, decorada por una crema natural de maracuyá.

El sabor de sueños hecho realidad. ¡El sabor de 40! ESO fue la celebración de mis sueños.

Fue un cumpleaños que jamás me olvidaré… ¡y estoy segura que después de tanto amor eso será mi mejor año todavía!

Gracias, Janajpacha <3

– Amber

@ambermakesmagic

Deja un comentario